Vino… hace mucho tiempo
El vino es tan remoto en la historia como las grandes civilizaciones de la antigüedad que desarrollaron la agricultura, como aquellas que hace 8,000 años ocuparon la zona conocida como Mesopotamia.
Egipcios
Esta célebre cultura también aportó y desarrolló muchas técnicas tanto de cultivo, fermentación y envase de vinos, otorgándole un estatus de bebida sagrada y ceremonial.
Griegos
Los griegos serían los introductores del vino como tal al sur de Italia. Importaron vides
Romanos
Más tarde, la absorción cultural de los griegos sobre los Romanos, daría paso a la sofisticada vitivinicultura desarrollada por ellos, quienes mediante una serie de procesos desde la viña, encontraban las mejores variedades de vitis vinífera en función del suelo, región y microclima. Descubrieron que ciertas variedades sólo se daban en climas y condiciones específicas, y en su afán de encontrar el mejor lugar para la expresión de cada variedad, cultivaron tantas y en lugares tan diversos, que es una de las razones por las que Italia tiene actualmente el mayor número de variedades autóctonas, superando las 500 cepas.
Sangre de la tierra
Con la implementación de la religión católica, el vino se convirtió en el sacramento sustancial del ritual de la misa, y se comulgaba con él en remembranza de la sangre de Cristo, con lo que su textura y sabor llegó a muchísimas bocas que lo recibían en los cálices de las iglesias en las homilías dominicales. Fue justamente en este momento de la historia que comenzaron a utilizarse botellas de vidrio con tapa de corcho para transportar y resguardar el valioso vino.
Vino… y no se ha ido
Mientras que en su uso profano, es uno de los indispensables acompañantes de innúmeros alimentos, de ahí que la denominación “vino de mesa” le confiriera la estafeta de acompañar prácticamente a todas las comidas regulares de las multitudinarias familias italianas que lo comparten a diario.
Historia moderna
En la actualidad, Italia es el principal productor a nivel mundial en todo el orbe, y sus productos vitivinícolas están presentes en todo el mundo para beneplácito de comensales y entusiastas descubridores que visitan las enotecas con regularidad en busca de ampliar sus horizontes gustativos e incrementar el acervo de sus paladares.