Italia posee una cultura alimentaria única en el mundo. Miles de empresas agrícolas, manteniendo las tradiciones locales, han continuado con el paso del tiempo produciendo alimentos típicos de sus propias regiones, muy apreciados por su sabor y sus características nutricionales. Con las nuevas generaciones, a la tradición se le ha sumado la innovación, una renovada atención al medio ambiente y la apertura a los mercados internacionales. De esta manera, han surgido auténticas cadenas orgánicas que reflejan plenamente estos principios, combinando los valores tradicionales de la cocina italiana, que se basa en ingredientes simples y naturales, con las nuevas demandas de sostenibilidad del sistema agrícola actual.
La historia nos enseña que el modelo mediterráneo nunca ha estado cerrado y, a lo largo de los siglos, permitió la inclusión de productos que se convirtieron en sus protagonistas, como la pasta seca, inventada por los árabes en Sicilia y luego extendido por todo el país y el mundo. Hoy, una dieta mediterránea de vida significa tener curiosidad por la comida y comer sano, sin prejuicios ni ideologías.
La base de la pasta integral es el trigo orgánico, que se produce sin el uso de pesticidas ni sustancias químicas fertilizantes.
La superficie orgánica de Italia es de un 42,6% de tierra cultivable (1.000.134 hectáreas). Estos tipos de cultivos han aumentado en conjunto un +2,5% en 2022. El crecimiento más significativo corresponde a las tierras dedicadas a los cereales (+17.620 hectáreas, +5,1%), que ocupa un total de 360.346 hectáreas (Fuente: Bio in figures 2023).
Para la fabricación de la pasta en primer lugar está la sabiduría de los recursos humanos, que siempre han representado el valor añadido de todo buen producto y que, además, lleva el sentimiento de pasión. Pasión significa afrontar el trabajo con especial concentración, observar la naturalidad de los colores de las materias primas, oler los aromas de las harinas y de las masas para percibir sus características organolépticas y seguir con dedicación el ciclo de producción, comprobando puntualmente el resultado deseado.
La pasta integral con verduras y legumbres es parte de una “dieta mediterránea” centenaria. Hoy en día, incluso podemos contar con diferentes matices de sabor y color: productos integrales sin gluten que hacen de la dieta mediterránea algo para cada gusto o necesidad nutricional.
La dieta mediterránea es la mejor opción también para la salud de nuestro planeta. Aunque incluye muchos tipos de alimentos, es principalmente de base vegetal y potencia la ingesta diaria de frutas, verduras, cereales y legumbres, cuya producción tiene un bajo impacto en el medio ambiente.
Hoy, como ayer, la dieta mediterránea de vida significa estar en armonía con la Tierra, ser conscientes de cómo se seleccionan, producen y distribuyen los alimentos, tomar decisiones guiadas por las estaciones y por la armonía con nuestro cuerpo y con el planeta. Tal como lo hacían nuestros abuelos, pero con una orientación más global.
Déjate conquistar por la calidad de nuestros productos orgánicos italianos y descubre las ventajas que ofrecen a los consumidores y al medio ambiente.