La historia de Livio Felluga está inmersa en la historia misma de esta tierra al noreste de la península itálica. La familia sufrió dos guerras mundiales, la primera viviendo en el Imperio Austrohúngaro y luego en el Reino de Italia, en la costa rocosa de la península de Istria y la laguna de Grado, antes de establecerse finalmente en las colinas de Friuli.

El trabajo que representó a Livio Felluga el plantar vides en estas colinas fue duro, pero la tenacidad y la pasión de varios años lo llevó a construir una de las bodegas más importantes de Friuli, obteniendo el reconocimiento como el hombre que recuperó la herencia vitivinícola de Friuli, restaurando viñas viejas y plantando nuevas. Fue un hombre longevo, falleció en diciembre de 2016 a la edad de 102 años.

La larga tradición familiar se extiende a lo largo de cinco generaciones. En la década de 1950, Livio estableció la bodega en Brazzano, sellando su amor por la región montañosa adquiriendo con visión a futuro los primeros viñedos Felluga en Rosazzo. Fue un éxito destinado a perdurar, gracias a la dedicación absoluta y a veces obstinada de Livio a la tierra. Conocía cada paso de su patrimonio, viviendo y respirando su suelo, pues a lo largo de los años su paciencia y determinación lo moldearon con una mano gentil, evitando una intervención agresiva para sacar lo mejor que el suelo puede dar; Rosazzo da testimonio de esto.

Hoy, la finca Livio Felluga se extiende sobre más de 160 hectáreas de colinas en el Collio y Colli Orientali del Friuli, con 155 hectáreas plantadas de viñas.