En 1875 Vito Curatolo decide construir una bodega en el centro de sus viñedos para seguir su sueño de producir vino Marsala. En 1890 la compañía adquiere una dimensión más internacional, convirtiéndose en uno de los principales exportadores de vino en Europa y en las Américas. Vito muere en 1896 quedando la bodega en manos de sus hijos Francesco, Vito, Leonardo y Giuseppe, quienes continuaron con éxito la expansión de la compañía. En la década de los 70’s del siglo pasado la bodega estableció una empresa en conjunto con el grupo canadiense Seagram para la producción de vinos de mesa con la asistencia de enólogos del Davis Wine Institute de California, unión estratégica que disparó el potencial vitivinícola de la hacienda. En los 90’s con la colaboración de Alberto Antonini, nace la línea Monovarietal, una línea de vinos capaces de potenciar las diversas expresiones territoriales y enfrentar los desafíos de los nuevos mercados. En la actualidad el sobrino de Vito, Roberto y el bisnieto Sergio, continúan el sueño del fundador, recientemente acompañado por sus respectivos hijos, Riccardo y Alexandra.

Su historia ha sido una serie de entendimientos y acuerdos entre generaciones de todas esas mujeres y hombres, que en casi 150 años de historia han contribuido con su trabajo y su dedicación para lograr la calidad que distingue a Curatolo Arini.