La granja Manara ha estado presente en San Floriano desde 1950. Durante tres generaciones y con el ingreso gradual de la cuarta generación, la familia Manara continúa su tradición vitivinícola con pasión y experiencia, permaneciendo fuerte y fielmente vinculada a la tierra que la ha visto formarse y crecer. Desde la década de 1950 se ha certificado la presencia de la Compañía Agrícola Manara en San Floriano, en el corazón de Valpolicella Classica.

La tierra vive en perfecta armonía con el ritmo de las estaciones: la vida de los viñedos es el calendario y los tiempos son impuestos por la naturaleza.

La búsqueda de la innovación no puede prescindir del respeto a la tradición. Solo así se puede mantener el reconocimiento de los vinos, sin descuidar nunca la búsqueda continua de las técnicas de producción más modernas y efectivas.

La cadena de producción está gestionada en su totalidad por la familia Manara, por este motivo la familia confía plenamente en la calidad de sus vinos. Los clientes siempre están invitados a visitar la empresa y los viñedos, para poder captar y apreciar toda la pasión y autenticidad que acompañan a toda la secuencia de producción.

Guido Manara, hasta su muerte en 1993, dirigió la compañía con el apoyo de sus hijos Lorenzo y Fabio. Con la incorporación de Giovanni, su otro hijo, los tres hermanos comenzaron a seguir toda la cadena de suministro, desde la vid hasta la botella. La expansión de la empresa ha facilitado y optimizado el proceso de producción y ha permitido obtener vinos de calidad, manteniendo siempre la tipicidad de los mismos.

“Se deben respetar las características del terroir para hacer vinos con identidad propia”.

Por esta razón, las uvas, cosechadas en diferentes áreas, se vinifican por separado.