En Argiano existe una palabra que se utiliza más que cualquier otra para describir la filosofía que nos une, respeto. Respeto por la naturaleza, que nos ha regalado un tesoro de valor inestimable, al que se le dedican todos los cuidados y atenciones. Por ello se utilizan los métodos de trabajo más eficaces y modernos, teniendo siempre en mente que toda técnica utilizada debe tener el mínimo impacto sobre la salud y el medioambiente que nos rodea.

Respeto por la tradición, cinco siglos de historia han hecho grande a Argiano, un patrimonio de sabiduría y experiencia del que somos orgullosos testigos, patrimonio que protegemos y cuidamos para transmitir a quien nos suceda.

Sólo mostrando respeto en el trabajo todos los días por la naturaleza y por la tradición, nuestro vino sabrá interpretar del mejor modo el alma de esta maravillosa tierra.

Actualmente, la empresa Argiano se desarrolla en torno al núcleo de los edificios sobre una superficie de aproximadamente 125 hectáreas, con viñedos, olivares y bosques.

Desde los tiempos de la Antigua Roma hasta hoy, la hacienda de Argiano ha escrito la historia del territorio de Montalcino, convirtiéndose en una de las realidades de mayor prestigio y tradición, una preciosa embajadora en el mundo de sus vinos, orgullosa de haber contribuido al nacimiento del Consorcio del Brunello.